Parece algo sencillo, pero si no sabemos usar los 3 pedales correctamente puede ocasionarnos serios problemas al manejar.
Los principales beneficios del dominio de los pedales son dos: el primero es la seguridad de tener menos probabilidades de sufrir un accidente vial y el segundo es que tendremos menos averías y por lo tanto gastaremos menos.
A continuación, te compartimos la función de cada uno de los pedales y su uso adecuado:
Es el que menos dificultad tiene al ser usado, pero el que más consume gasolina ya que es con el que se avanza. Cuanto más suave pises el acelerador menos gasolina consumirás, si no exageras su uso no habrá demasiada necesidad de usar los otros dos.
Sabemos que el pedal del centro es el freno y nos ayuda a disminuir la velocidad y se debe de utilizar con precaución. No es recomendable frenar repentinamente sin motivo alguno, lo más recomendable es hacerlo de acuerdo con la potencia y la situación. Cuando estemos casi detenidos liberaremos presión para evitar realizar una parada brusca.
Este pedal es el que necesita más práctica para dominarlo por ser el encargado de realizar los cambios en la transmisión del motor. Requiere de un mejor trato que los otros 2 pedales ya que su uso erróneo desacelera su funcionamiento y es la pieza más costosa de los 3.
Debemos evitar manejar con el pie encima de él y sólo usarlo cuando realmente sea necesario realizar el cambio. Es importante ser capaces de identificar hasta que punto es donde se realiza el cambio de marcha para hacerlo de una manera suave.
Acelerar demasiado el coche con el pedal de embrague a medio recorrido es un desgaste para la mecánica. Te recomendamos no acelerar mucho.
Toma en cuenta estos consejos y alargarás la vida de tu vehículo.